(7,5)
Aunque le sobra alguna que otra payasada, es una película divertida, incluso con gags que hacen reir con ganas. En fin, sin muchas pretensiones estéticas, los directores hacen pasar un buen rato sin un solo alarde. Usando un manido símil futbolístico, los directores pasan desapercibidos en un filme donde todo el peso lo llevan los actores.
viernes, 23 de marzo de 2012
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