(7,5)
Siempre nos han dicho que los que manejan los mercados no tienen alma. Sí la tienen, pero tan negra y enterrada en dinero que no se manifiesta más allá del egoísmo de su dueño. Dicho esto, la película de Chandor nos explica cómo son realmente esas personas y cómo actúan. Él tiene información de primera mano, pues su padre trabajó durante 40 años en Merril Lynch. Les han llamado predadores, tiburones y cosas por el estilo, pero en realidad son antropófagos. Escalarecedora la escena en la que Paul Bettany está cenando y se queja de que pongan verduras en los menús.
lunes, 31 de octubre de 2011
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